Líderes Transformadores: somos personas con sentido de pertenencia y logramos desarrollar procesos de cambio positivos al servicio del bien común.
Íntegros: asumimos los valores como principios de vida inquebrantables, que nos llevan a actuar con integridad y honradez. Valoramos y respetamos la dignidad humana, reconociendo tanto nuestros derechos y deberes como los de los demás.
Buenos Comunicadores: somos conscientes que la comunicación es una importante herramienta de interacción a través de la expresión de nuestras ideas, del respeto de las de los demás y del uso del inglés para acercarnos a otras realidades culturales y científicas a nivel global.
De Mentalidad Abierta: somos una comunidad dispuesta al cambio que acoge y adapta las exigencias de los contextos sociales y culturales, para estar a la vanguardia de los retos que se imponen y desde allí adoptar una posición crítica frente a la realidad.
Indagadores: fomentamos el desarrollo de un pensamiento analítico, autónomo, reflexivo, crítico y creativo, teniendo en cuenta capacidades como el asombro, el espíritu investigativo y la valoración del conocimiento, que permiten identificar problemas y soluciones del contexto.
Informados e Instruídos: buscamos una constante evolución del potencial humano y del fortalecimiento de competencias cognitivas e investigativas, que permiten la apropiación de saberes aplicables en la resolución de problemáticas locales y globales.
Pensadores: demostramos constantemente actitudes que reflejan posturas receptivas, analíticas, investigativas, reflexivas, críticas y creativas, para actuar de modo consecuente y autónomo frente a situaciones problemáticas.
Solidarios: desarrollamos conciencia y compromiso social, que nos motiva a participar activamente en proyectos que impacten positivamente en la vida de las personas y en la búsqueda del bien común, teniendo en cuenta los valores institucionales de responsabilidad, solidaridad, respeto.
Equilibrados: interiorizamos los valores vertebrales de la Institución: respeto, responsabilidad, solidaridad y autonomía, para lograr armonía consigo mismo, con los demás y con el entorno.
Reflexivos: evaluamos constantemente nuestras percepciones, ideas, acciones y actitudes para establecer fortalezas y áreas de mejora, que favorezcan el desarrollo personal y colectivo.
Audaces: asumimos las dificultades y los retos como oportunidades para aprender y crecer como comunidad, a través de la construcción colectiva de iniciativas que promuevan el cambio y el desarrollo en las personas y en el entorno.