TEATRO
La formación teatral en el CAS está pensado en tres momentos: una fase exploratoria, guiada esencialmente por el juego dramático que busca una familiarización con el trabajo escénico; una fase de fundamentación, en la que se pasa del juego dramático a la creación escénica de manera lúdica y una fase de profundización en la que los estudiantes de bachillerato se enfrentan al perfeccionamiento técnico y expresivo a través de una indagación por los diferentes géneros dramáticos y escénicos que tienen como resultado una puesta en escena con todos los componentes escenológicos.
Esta visión del teatro en el CAS prioriza la creación autónoma de los estudiantes respetando su proceso evolutivo, proporcionándoles herramientas de manejo escénico que den respuesta tanto a las formas clásicas como a las no convencionales del arte. De la misma forma, el proceso formativo les permite el desarrollo de habilidades expresivas, la construcción de conocimiento a partir de la práctica dirigida y el desarrollo de la creatividad como elemento fundamental en la vida personal y profesional de los individuos, pues vincula el arte, la ciencia y la técnica.
Finalmente, el trabajo teatral enfocado en lo colectivo permite un pensamiento centrado en el reconocimiento del otro y de sí mismo como parte de un grupo, lo que consolida el autoconcepto y la autoestima y prepara a nuestros niños y jóvenes para asumir los retos de una sociedad plural, verdaderamente democrática y diversa.
El teatro en el CAS es, entonces, una experiencia creadora.
Esta visión del teatro en el CAS prioriza la creación autónoma de los estudiantes respetando su proceso evolutivo, proporcionándoles herramientas de manejo escénico que den respuesta tanto a las formas clásicas como a las no convencionales del arte. De la misma forma, el proceso formativo les permite el desarrollo de habilidades expresivas, la construcción de conocimiento a partir de la práctica dirigida y el desarrollo de la creatividad como elemento fundamental en la vida personal y profesional de los individuos, pues vincula el arte, la ciencia y la técnica.
Finalmente, el trabajo teatral enfocado en lo colectivo permite un pensamiento centrado en el reconocimiento del otro y de sí mismo como parte de un grupo, lo que consolida el autoconcepto y la autoestima y prepara a nuestros niños y jóvenes para asumir los retos de una sociedad plural, verdaderamente democrática y diversa.
El teatro en el CAS es, entonces, una experiencia creadora.